
Hay que tener en cuenta que, en épocas donde gobierna el frío, es muy dificultoso cultivar en exterior y hasta en algunos casos imposible. Las temperaturas bajas afectan drásticamente a nuestro cultivo de cannabis.
Gracias a la tecnología, hoy en día podemos cultivar en interior controlando todos los factores imprescindibles que influyen durante todo el ciclo de vida de nuestras plantas.
El cultivo en interior (indoor, en inglés) se base en “imitar a la apreciable y admirable naturaleza”.
¿Cuesta mucho armar un indoor?
Bien, acá es donde muchos se equivocan. Montar un indoor no es algo para nada económico, si lo comparamos con cultivar en exterior. Si querés un cultivo en interior, entonces deberás adquirir los materiales adecuados. Recuerda, lo barato sale caro y los lamentos vienen después. Es mejor hacer todo bien de una sola tirada para ahorrar tiempo y dinero.


1) Una vez sembrada la semilla en el sustrato, tendremos que empezar con el mercurio de 250-400-600w para su óptimo desarrollo en etapa de crecimiento.

Cabe destacar que podemos utilizar el foco de bajo consumo de 105w para todo su crecimiento, aunque el desarrollo de nuestra planta no será el ideal.
Cuando decidamos dar fin al crecimiento para comenzar la etapa de floración, deberemos cambiar a la lámpara de sodio de 250-400-600w.

2) Las lámparas de mercurio y sodio deben ser utilizadas con balastros, equipos que alimentan la potencia.
Deben estar ubicados con un cable a no mas de 1 metro de distancia entre la lámpara y el equipo.
Es importante asegurarnos que la instalación eléctrica se encuentre en condiciones para soportar la gran demanda.

3) En cuanto a los portalámparas, encontraremos distintas opciones que se adaptan a cada necesidad.
Se puede utilizar algo simple, como un águila, o alguna opción que permita extraer la temperatura del foco a fin de disminuir el calor en el espacio de cultivo.
Águila Coolbox Cooltube
4) El “timmer o temporizador” es prácticamente uno de los elementos imprescindibles. Sirve para programar la cantidad de horas que queremos que la luz esté prendida y apagada. Su uso es totalmente sencillo y no requiere de un técnico para su programación.

5) El o los “extractor/es” (dependiendo del tamaño del indoor y la temperatura), se colocan siempre en la parte superior del recientemente mencionado, ya que el calor siempre sube. Es recomendable que los extractores sean de mayor tamaño que los intractores.

6) En caso que querramos filtrar el olor, para que nuestros vecinos no se enteren, se aconseja inslatar un filtro de carbón.

7) Los intractores (pueden ser coolers de PC), se colocan en la parte inferior del indoor y lo ideal sería que succionaran aire fresco.
8) El ventilador sirve para mover el aire dentro del indoor. De esta manera, al imitar el viento de la naturaleza, las plantas desarrollan un tallo más grueso además de complicarles la existencia a cualquier plaga.
Puede usarse también, apuntando exclusivamente a la lámpara en caso de levantar temperatura nuestro cultivo. El viento que produzca el ventilador, tiene que ser suave y no como si fuera un huracán que destrozara a todas las hojas y ramas.
9) El termohigrómetro – o estación meteorológica – debe usarse desde el inicio del cultivo hasta el final para poder tener siempre una medición de la temperatura y la humedad.

En caso de no poder controlar la temperatura ideal, puede agregarse al indoor (dependiendo del tamaño) un aire acondicionado, el cual nos será de gran ayuda. La humedad óptima para nuestras plantas en crecimiento es de 60-70% y en floración es de 40-50%. La temperatura ideal es de 18-25ºC mientras que la luz está encendida y 15-18ºC cuando está apagada.
“Esto implica una mejor respiración de la planta en su actividad diurna y nocturna”.
Siguiendo estos pasos, podrás obtener óptimos resultados en tu cultivo.